En la reunión de equipo previa a cada etapa, Fabrizio Bontempi no me dejó dudas ”Para la general tenemos a Valjavec. Marzio y Patxi, tenéis que centraros en buscar un triunfo de etapa. Más vale eso, que ser el quince en la general”. Creo que he preparado muy bien le Tour tras el Giro, y mi idea era estar lo más arriba posible y tratar de aprovechar cualquier vagón de gloria que parara por delante. Pero ayer, en La Colombiere, casi agradecí las ordenes del equipo.
Me explico, tuve buenas sensaciones durante toda la etapa, incluso hasta el inicio de ese puerto. Pero, de repente, me sentí mal, fruto de una deshidratación, algo que no es la primera vez que me pasa, sobre todo el primer día de gran calor. Mi organismo no asimila bien las sales, por lo que sólo bebí agua, y nada de sales ni electrolitos, algo que terminé acusando por la alta sudoración. Si hubiera sufrido algo más quizá habría podido aguantar en el pelotón principal, o enlazar en el descenso, pero no lo tengo tan claro. El caso es que me acordé de las palabras de Fabri, y ya no me importó el tiempo que pudiera perder. Al llegar al hotel, tenía escalofríos y algo de fiebre, espero estar bien hoy. La etapa es dura, pero ha pasado un tercio de Tour y hay que tentar la suerte cualquier día. Y el primero es hoy. Descolgado en la Colombiere, me volví a acordar de lo bien que me salió todo el año pasado. Logré resultados casi sin querer. Lo que antes iba todo rodado, esta temporada parece que se cruza. Me pasó en el Giro, donde me caí cuando iba delante. En la Euskal, logré un resultado casi más por narices –por no decir otra cosa- que por fuerza. A veces pienso que si Vicioso no me llega a ganar en Vitoria en la Vuelta la País Vasco, mi temporada habría sido diferente…
Ya sé que las prisas no suelen ser aconsejables, y menos en el deporte de élite, pero soy un ciclista que necesita marcarse unas expectativas…y cumplirlas. Si no lo hago, me obsesiono un poco, y así llevo todo el año: a contrapié. Me quedan trece etapas para enderezar el rumbo.
Sobre la etapa en si y a pesar de que no se movió ninguno de los favoritos, creo que fue bonita, movida, con cambio de líder….-.Fue una pena lo de Landaluce, porque lleva varios años rozando el triunfo en el Tour y no termina de rematar. En cambio Gerdermann, aprovechó su primera ocasión.