21/07/2007

La que nos espera en los Pirineos. ¡Hay que ver cómo se ha quedado el Tour tras la crono! Lo cierto es que para una etapa así, la motivación tiene que ser grande, porque en una contrarreloj tan larga, si te relajas un poco te vas para casa. Es una prueba muy incómoda de por sí, muy dura, y, además, la mayoría del recorrido me ha tocado lloviendo. Hay que ir metido en carrera, pero vigilante al mismo tiempo para llegar lo mejor posible a los Pirineos sin desgastarse. Ha sido una crono muy exigente, con mucho recorrido para arriba en el que perdías tiempo fácilmente, y un asfalto mojado que hacía muy peligrosas las bajadas. Con todo esto, Vinokourov ha hecho un trabajo de la leche y ha demostrado que si no llega a ser por la caída, era un ganador de la carrera.

También ha habido sorpresas como la de Gusev, que ha quedado muy adelante, la de Astana con sus tres hombres en cabeza y sobre todo, Rasmussen, de quien se daba por sentado que iba a perder el amarillo. A pesar de ello se ha defendido muy bien. Todo esto, deja la carrera muy abierta y las primeras etapas que se esperan en Pirineos van a ser la leche. Por un lado, Vinokourov está obligado a recortar para seguir intentando el triunfo. Rasmussen también tiene que atacar para aumentar su ventaja de cara a la última contrarreloj. Mayo y Valverde, enrabietados porque han perdido mucho. Éstos, además, están obligados a atacar de lejos.

Hay mil ingredientes para que la carrera vaya loca. Rasmussen, que ha demostrado ser el mejor para arriba, ha dado un paso importante. Vinokourov ha dado también una gran lección, pero no sabemos cómo va a estar para arriba