23/07/2007

Por fin he cogido una escapada buena, tenía ganas de andar delante y que se me viera en carrera, y hoy lo he logrado. Lo he hecho gracias a mi compañero Bennatti, que me ha llevado literalmente hasta el grupo de los escapados cuando éste ya tenía una ventaja de medio minuto sobre el pelotón. Lo malo ha sido que, en dicho grupo, la compañía no era la mejor. Había gallos como Vinokourov que convertían el triunfo de la etapa o el hecho de aguantar en cabeza de carrera en algo muy complicado. Y si a ello añadimos que no me he encontrado como esperaba…

Al final ha sido el propio Vinokourov el que se ha llevado el gato al agua. En el pelotón ya había cierta sensación de que el Kazajo iba ha hacer de la suyas tras el varapalo del domingo, aunque es muy fácil decirlo una vez que ha pasado… Hoy ha tenido un buen día y ha conseguido su segundo triunfo de la ronda, en una etapa que a todos se nos ha hecho muy dura. Se ha salido muy rápido desde un inicio y, además, el terreno era mucho más complicado que el del domingo. Pese a que no se acababa en alto, el trazado ofrecía menos lugares para la recuperación, por lo que todos llegamos a meta bastante cansados. Mañana afrontamos la segunda jornada de descanso del Tour, un día que, además, para mi va a ser especial, porque podré gozar de la compañía de mi mujer.

En el aspecto deportivo, una jornada sin etapa nos va a venir muy bien, más por la que se avecina pasado mañana que por el cansancio acumulado. Mañana rodaremos dos horitas por los alrededores del hotel y velaremos armas de cara a las últimas etapas. En el equipo todavía no tenemos en nuestro haber ningún triunfo parcial e intentaremos lograrlo antes de llegar a París. Tenemos a Bennati, un hombre bastante rápido en las llegadas masivas; y también lo intentaremos desde lejos