1/10/2007

El sábado pasado viví uno de esos momentos que no olvidaré nunca. Los vascos somos muy dados a las apuestas: pelota, levantamiento de piedra, bueyes… son y han sido siempre punto de mira de quien se quiere jugar los cuartos a merced de las aptitudes (casi siempre físicas) de los demás. Estas apuestas suelen nacer muchas veces en el lugar más venerado, cuidado y amado por nuestro pueblo, la mesa. Así fue como el señor Txomin Oronoz reto a los remeros de la “ama guadalupekoa” a una regata en trainera + una cronoescalada a nuestro puerto referencia, JAIZKIBEL. Todo empezó como un juego, nadie creía que aquel disparate fuera a convertirse en realidad…

Nada más lejos de la verdad.

Sin darnos cuenta allí nos encontramos trece ex remeros y un servidor, más nerviosos que un niño el primer día de escuela, ansiosos por subir a ese bote de fibra de carbono dispuestos a afrontar las 2,7 millas y los 9,7 kilómetros. Genial. Tremendo. Grande. Bonito. Emotivo. Especial. Primario... Son adjetivos que me vienen en mente al pensar en la pequeña prueba del sábado. Simplemente tengo que agradecer a Txomin, Toño, Joxe, Iker, Eneko, Bauti… el haber llevado un lastre como yo en su bote, por haberme enseñado con toda la buena intención que lo hicieron y por haber hecho que un sueño que tenía desde pequeño (uno más) se hiciera realidad. A Hondarribiko Arraun Elkartea darle las gracias por su disposición, cediéndonos incluso un entrenador de lujo, Fernando, que ha sido de gran ayuda…

La verdad es que me siento un privilegiado por como me ha acogido todo Hondarribia, MILA ESKER DENOI BIHOTZEZ.