03/04/2008
Mañana dará comienzo la tan esperada para muchos Vuelta al País Vasco, con un trazado selectivo de 835 kilómetros dividido en seis etapas y salpicado por nada menos que 25 cotas puntuables, si bien en ninguna de ellas estará instalada una línea de meta.

A simple vista parece un recorrido más benévolo para el pelotón que en ediciones anteriores, pero sin duda alguna, el gran nivel de la  participación, entre los cuales se encuentra el Alberto Contador, ganador del Tour y el australiano Cadel Evans, segundo clasificado, Paolo Bettini, vigente campeón del mundo, y cantidad de ilustres del pelotón como Davide Rebellin, Andreas Kloden, Damiano Cunego, Andy y Franck Schleck, Carlos Sastre, José Angel Gómez Marchante. Allí estará también Patxi Vila,  “ Espero hacerlo bien, se que es una carrera que no se adecúa demasiado a mí, pero la he preparado a conciencia,  he hecho todo lo que he podido. Ahora es el momento de disfrutar como espero que lo haga toda mi gente, a los cuales les agradezco de antemano todos sus ánimos .”

En cuanto al recorrido, la primera selección se espera ya para mañana en la primera etapa, una jornada de 136 kilómetros, con salida y meta en Legazpia y siete ascensiones, la última el puerto de Deskarga, a seis kilómetros de meta. La segunda etapa, menos dura, a pesar de comenzar con la subida a Ixua, el primer puerto de primera categoría de la prueba, adentrará a los corredores en Vizcaya para finalizar en Erandio. Al día siguiente, el alto de Codes, a diez kilómetros de la meta, será el punto álgido de la tercera etapa que concluirá en Viana (Navarra). La tradicional llegada a Vitoria de la cuarta jornada será el preludio de un atractivo recorrido de 162 kilómetros que, después de superar Elosua, Santa Agueda, Alkiza y Aia, castigará a los supervivientes con un temible repecho de kilómetro y medio de longitud y rampas de hasta el 29 por ciento de desnivel sólo apto para los más fuertes de la carrera. De todos modos, la resolución definitiva de esta edición de la Vuelta al País Vasco probablemente no llegue hasta el sábado, en la dura contrarreloj de 20 kilómetros que pondrá el broche de oro a la carrera.